Si me ensucias la cara
con tus besos,
nos trae la mañana
pan y quesos.
Si me enredas el talle
con tu brazo,
el día se presenta
de buen trazo.
Si me cortas la leña
y la apilas,
beberé de ese vino
que destilas.
Si me enciendes la lumbre
y la apilas,
beberé de ese vino
que destilas.
Si me enciendes la lumbre
del puchero,
borbollea el cocido
coruchero.
Si al caer de la tarde
me acompañas,
quedaré convencida
que no engañas.
Si llegada la noche
fiel persistes,
yo cediendo me entrego
y desvistes.
y desvistes.