que dormís poco,
si en invierno el silencio
no da sofoco.
No contadme, coruchos,
que en primavera,
el calor que produce
el sueño altera.
No asegurad, coruchos,
que en el verano,
la brisa que aquí corre
os corre en vano.
Y comprobad, coruchos,
que en el otoño,
si recorréis el monte
halláis madroño.