jueves, 20 de junio de 2013

DON ÁLVARO DE LUNA A SU PASO POR CENICIENTOS

A, Gonzalo Barahona Alonso.



Riquezas tuvo, honores, poderío;
del rey valido, amigo y consejero,
favorito y constante compañero
y a su lado grandeza y señorío.

De cuerpo enjuto, mas su fuerza y brío
fue cantada, elevada al romancero,
y él fue juglar, poeta pasajero
y en justas paladín cruzando el río.

Gran señor, Condestable de Castilla,
con gran pompa pasó por Cenicientos
anhelando el cetro y ceñir corona.

Magnífico jinete va en su silla,
semblante alegre y, oro en los jumentos
 que lleva a su castillo de Escalona.