jueves, 20 de junio de 2013

EL LLANTO DE DESAMOR DE LOS HOMBRES

Es burda y torpe mentira
decir que el hombre no llora
si el desamor, largo estira,
y lo mira y lo remira
y alejado de él se escora.

Llantos que en la madrugada
anegan de agua los ojos
donde un hueco de almohada
nos muestra desvencijada
una cama de despojos.

Sentir ausencia de besos
y unos dedos que acarician
y rastros de amor impresos
de lo que ya son decesos
de amores que se malician.

Bañar el sudor la frente
y estar las manos crispadas
y ver que muerto y yacente
vive un amor que durmiente
da voces desesperadas.

Y apagar la llamarada
que en el corazón se vierte
cuando la mujer amada
que ha sido idealizada
se aleja y nos da la muerte.