lentamente ascendí por la ladera,
en un día con sol de primavera
En redor una brisa de armonía
permitiendo que en mi alma se impusiera
una paz interior que no extinguía.
Llegándome el olor de los jarales
vi creación de Dios y en sus caminos
tempestuosos, y con días sin males
cercano el final al fin he concluido
que lo compensa todo haber nacido.