jueves, 20 de junio de 2013

ANDRÉS

Nuestro gato Andrés, ¡qué miedoso es!
Se oculta y lo ves y no lo ves.
Es pusilánime y candoroso,
y noctámbulo y muy cariñoso
y es subrepticio el dueño de la casa
y su cara dura nos sobrepasa.
Lo trajimos de Rascafría,
en noche de lobreguez fría.
Perdido sobre el patio del albergue,
contemplando el lugar donde se yergue
el Monasterio del Paular
y por no dejarse enjaular.


En sus visitas al veterinario
llora como infante en el parvulario
y con arte se come los langostinos,
como el más pulcro y fino de los mininos.
Cuando sale al rellano de escalera,
con cualquier ruidito nimio se altera
y se mete en casa despavorido,
lanzando airado estridente maullido
pero exige salir continuamente
a pesar de su miedo ante la gente.
Y es que este pillo redomado
nos tiene el ánimo ganado.

Prototipo gatuno inteligente
es como buen felino  independiente
y su afecto no lo entrega a cualquiera,
mira antes de forma atenta y severa
y al  no atraerle amago o apunte de sonrisa,
discreto se aparta a su rincón a toda prisa
y ovillado ya no se muestra ni deja ver
hasta que el hambre aguijonea y ha de comer.

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