Conozco una buena
chica
avecindada en mi calle,
guapa y de bonito
talle
que no tiene rebotica.
Mas hablando se
complica
y sin hablar en
disputa
a una amiga irresoluta,
si van de baile o
paseo
le escucho gritar muy
feo:
“¿Pero adónde vamos,
puta?”.
Igualmente una
pandilla
de jóvenes de
instituto
a tacos rinden tributo
como a soez maravilla.
Y forman una gavilla
hablando de un
guardapolvo
que no siendo un
rapapolvo
a gritos decir a un
chico:
“¡Date por follado,
rico,
que vamos a echarte un
polvo!”.
Al principio es
divertido
y bufo por lo chocante,
pero tan extravagante
que es ese un feo
vestido.
Es lenguaje deslucido
que a los hombres
siempre asusta
y entre público
disgusta
como nos pasa a
nosotros
que hablamos para
vosotros
y esa lengua no nos
gusta.