jueves, 20 de junio de 2013

EN UN LAGO DE ESPERANZA


En un lago de esperanza
yo me bañaba contigo,
y aquél lago fue testigo
de tu cambio y tu mudanza.

Sobre mí tuviste arraigo
que fraguó como el cemento,
atento a tu movimiento
de un te llevo y un te traigo.

Sometido a tu manejo,
vertido en una amalgama
de sensaciones de cama
ya no me vi en el espejo.

Y sobrevino borrasca
y de agua hubo taludes,
llamando a los ataúdes
un cielo que lo aborrasca.

Y volcó mi barcarola
en la calma de aquel lago,
y me sumió en un estrago
inesperado de ola.

Pero nadando angustiado
me empleé con gran denuedo,
y desde la orilla puedo
decir que estoy liberado.