jueves, 20 de junio de 2013

ESTANDO AYUNOS DE CINE

La historia más grande jamás contada

 
 Estando ayunos de cine
un mes de marzo muy frío,
de coruchos un gentío
de aglutinado aglutine.

Instalaron en la plaza
una pantalla gigante,
y en un trasiego incesante
por la noche en su terraza.


De la iglesia patrocinio
auspiciado por el cura,
vimos un cielo en la albura
de un Dios y su raciocinio.



Jesús el de Nazaret,
artesano carpintero,
dijo ser el mensajero
del Dios de hijos de Israel.

Mas el poder constituido
que al principio no hizo caso,
por tal vez o por si acaso
a apresarle fue inducido.

De lleno se halló enfrentado
a religión oficial
de un mapamundi local
y a Roma omnímodo Estado.



De blasfemo fue acusado,
y costumbres licenciosas
propias de gentes ociosas
proclives al altercado.

Le pidieron un retracto
y él dijo ser semillero,
y es por ello que al madero
le llevaron ipso facto.

 Conocimos a Caifás
y allí vimos a Pilatos,
y oímos los alegatos
de Judas y Barrabás.

Y en la pantalla agrandada,
coruchos de Cenicientos
contemplamos los tormentos
de nuestro Cristo filmada.