El pórfido mármol blanco
que a tu tumba la
deslumbra,
la ha sumido en la
penumbra
de un
compartimento estanco.
Impidiendo el paso franco
de la luz del sol
que alumbra,
ninguna fe se
vislumbra
en la hondura del
barranco.
Sepulcro que en desmesura
es del lujo lo
excesivo,
produce cierta
tristura
ver a un pobre fugitivo,
que cadáver es
criatura
de vanidad como
vivo.