Por amor y de amor se sufre y llora,
y el corazón se agrieta y envejece
al comprobar que nuestro amor decrece,
y quien nos cautivó desenamora.
Fuego que no se enciende con la aurora
y solo su rescoldo permanece,
y el desamor acrecentado crece
apagada la llama seductora.
Amor que se sublima y transfigura
viendo la marchitez de nuestra rosa,
en visión que nos lastra y acongoja
convirtiendo el amor en otra cosa.
Es cariño el que ahora nos aloja
sobre el nimbo que irradia su figura.
y el desamor acrecentado crece
apagada la llama seductora.
Amor que se sublima y transfigura
viendo la marchitez de nuestra rosa,
en visión que nos lastra y acongoja
convirtiendo el amor en otra cosa.
Es cariño el que ahora nos aloja
sobre el nimbo que irradia su figura.
