Por inhóspita labranza
va navegando un navío,
del corucho labrantío
de una abstrusa mezcolanza.
En tiempos de malandanza
y de jarcias hundimientos,
política y Cenicientos
no entonan igual romanza.
En derredor todo avanza
por los pueblos del contorno,
y en su embarcación el horno
humos de progreso lanza.
Cabo de Buena Esperanza
no divisan los
coruchos,
y los roces que son muchos
agrietarán su pujanza.
¡Si el futuro no os alcanza,
y os combatís con vesania,
se acaba como en Hircania
con el turbante y la lanza!
Partidos hacer mudanza
del Cabo de las Tormentas,
y las gentes cenicientas
no vivan desesperanza.

