A la Virgen del Roble
Una flamígera espada
Una flamígera espada
te traspasó el corazón:
Gabriel de la Anunciación
te la ensartó nacarada.
La imperativa llamada
de al Mesías dar a luz,
te vistió el blanco capuz
de ver su padecimiento,
su agonía y su tormento,
afrentosa en una cruz.
