Ved la montera en
el suelo,
en el centro de
la plaza,
ved como al burel
enlaza,
mas nunca remontó el vuelo.
Nos brindó
mirando al cielo,
y con las manos cogerle,
y a una deidad ofrecerle
con sus alamares de oro,
mas nunca le pudo al toro
y el garapullo acogerle.

y con las manos cogerle,
y a una deidad ofrecerle
con sus alamares de oro,
mas nunca le pudo al toro
y el garapullo acogerle.