Don Benito de joyería
habla en sus novelas
dos joyerías y a un
taller conoce y cita.
Al taller con frecuencia
acude sube y visita,
buscando el personaje
en zahúrdas y plazuelas.
En Mayor está Samper con su reloj de arena.
A su puerta paran los
postillones carruajes.
Entran encumbrados y
elegantes personajes
y Juanito Santa Cruz se
surte en Ansorena.
Y del taller de Río Pérez conoce y sabe,
joyero de la popular
infanta “la Chata”,
clienta regia y
cordial vivaz de provecho y grata,
a la que diligente
atiende solemne y grave.
y desfilar por Sol los
rebaños de la Mesta.
Es su hora de comer y
de dormir la siesta
en aquel Madrid de más reales que pesetas.
Le gustan las tiendas de oropel y pacotilla;
ya declina y le avanza
implacable la ceguera,
sin poder visitar al
Santo en la pradera
y tembloroso para,
ante aquello cuanto brilla.
Pérez Galdós insigne novelista en la Historia:
Estupiña y Aracíl,
Jacinta y Fortunata,
Nazarín en Móstoles,
la ruta de la plata.
¡Te leo y te releo y enaltezco tu gloria!