El cáliz de la
amargura
que apuraste hasta las heces,
que apuraste hasta las heces,
lo apuramos muchas
veces
nosotros hasta la hartura.
Si tenemos noche
oscura
en estos tiempos
amargos,
danos, Señor, días
largos
para a quienes
corresponda
limpia nos dejen la
fonda
sin dormirse en los
letargos.