jueves, 20 de junio de 2013

LAS PROCESIONES DE AYER

Señor, cuando el pueblo te sacaba en procesión
entre autoridades encorsetadas al frente,
el pueblo corucho se mostraba penitente
embargado por la fe, el temor y la emoción.

Con los cánticos entremezclados discordantes,
seguía el fantasmal espectro de incivil guerra  
 con la sombra de Caín vagando en esta tierra
y eran sombríos los procesionarios semblantes.

Vuestras imágenes las cubrían con crespones
lúgubres y aterradoras con negros sudarios,
y varas de mando jerarcas y mandatarios
revestidos de oropel y acólitos sayones.

Sobre el pórtico nos asordaban las carracas
y un estruendo campanil, por Ti, cuerpo difunto
formando algarabía en selvático conjunto
de un cónclave aberrante de córvidos y urracas.

Gobernados por el Nacional Catolicismo,
imitando al dictador salían bajo palio
ya fuera Andrés, ya fuera Antón, o ya fuera Amalio
“¡y ahora si no medias… Nos llevan a lo mismo!”.