El pan con que yo
alimento
la calidez de mis versos
la calidez de mis versos
no son propios de
conversos
son de un puro
sentimiento.
Son fruto del
pensamiento
de una mirada que mira
si la verdad o mentira
que en su corazón
anida
es así tal cual la
vida:
¡o equívoco cuanto
mira!