Al padre Junar Bagariang, de la Virgen del Alba
Aristas no pulidas del madero
en la llagada espalda se clavaron,
cuando de un empujón le derribaron
al pastor del rebaño ya cordero.
¿Quién había de ser sepulturero
de un reo de traición al que azotaron
y con la cruz de espinas coronaron
tildado de bufón y de inclusero?
Un hombre contempló
muerte y martirio
presente en el Gólgota y fue instrumento
al ver exangüe al pálido lirio
y su palpitación en crecimiento,
cuando el Cristo expiró en su cruel delirio
al Cristo desclavó y dio enterramiento.