la iglesia abarrotada no se cabe,
la Virgen flor de
nardo aguarda y sabe
que a Cenicientos
llama y lo concierta.
Sale la procesión,
gente a la puerta
sin una sola voz que
no la alabe
ni una mano que la
albahaca acabe,
quedando el huerto y
la mata desierta.
Por calles previamente
engalanadas
la Virgen se abre paso
y se encamina
con el niño en las
manos enlazadas,
y el pueblo que en
redor se arremolina
vitorea jalea y da palmadas
vitorea jalea y da palmadas
a su Virgen del Roble luz
divina.