Desde la plaza pululan,
entre pliegos y entre
oficios,
los que otorgan beneficios
a coruchos congratulan.
Estampas son del pasado
del Cenicientos remoto,
reminiscencias la foto
de un tiempo finiquitado.
Recuerdos son y
añoranzas
de un pasado que no vuelve,
mas la añoranza me envuelve
de una infancia de esperanzas.
Gorras de plato y de dril
pasaban por nuestro lado,
y un temor siempre
infundado
en la caterva infantil.
Ante su sola presencia
sentíamos un respeto,
que no es algo ya obsoleto
es vivir en convivencia.
La autoridad encarnaban
y ejercer buenas costumbres,
en tiempos de mansedumbres
que otros les preconizaban.
Y arrogantes o sutiles
o asperezas en su trato,
es amable este retrato