¡Huesos de frutales que aquí hallan cama!,
un despertar tendrán arduo y callado,
mas vida brotará de lo enterrado
cual fuego incandescente de la llama.
Su agua y sol la Residencia derrama
en aspersión, y sirve de entoldado
sobre el surco que aquí marco trazado,
y árboles son de frutos en la rama.
De almendros y cerezos semillero,
ciruelos, y de dátiles palmeras,
unidos a nogales milenarios.
Del jardín harán lugar placentero
y en Coimbra tropicales primaveras,
que a residentes harán centenarios.