
Para gustos los colores
que a los campos iluminan
y a mis pasos encaminan
al mosaico de las flores.
Los pájaros tienen plumas
y el aire lleva suspiros
y el arroyo los respiros
y sus aguas las espumas.
El guindo tiene sus ramas
blancas en la primavera
llevando sobre su hombrera
un destello envuelto en llamas.
La cepa empieza a cernir
y el sarmiento al despuntar
se hace siempre acicalar
del pámpano en su vestir.
La vaca pasta en el prado
y la acompaña la urraca
son pareja urraca y vaca
dúo que está concertado.

La higuera muestra sus brotes
y el huerto emite rumores
y los grillos son cantores
que dan saltos y dan botes.
Tiene el pino sus agujas
brillantes por el rocío
y es solemne su atavío
después de las noches brujas.
Verdecido está el olivo
que espera a su blanca flor
y del tomillo el olor
al monte tiene cautivo.
Apacible está la encina
y las bellotas apuntan
sobre ramas que despuntan
en nuestra ladera alpina.
Y escalando por las breñas
paso a paso va ligera
la corucha primavera
instalándose en las Peñas.