jueves, 20 de junio de 2013

PASEO POR LA COREA DE CENICIENTOS


Fotografía
Paseo que por Corea
gastando suelo y zapato
del paso que azacanea
y espera el coche del Gato.

Noches claras veraniegas
de muchachas y muchachos,
efluvios y esencias ciegas
de las hembras y los machos.

Separados en la escuela,
éramos desconocidos,
y el paseo era cancela
y reja de los cumplidos.

Sutil línea de sombra
entonces nos separaba,
algo que ya no se nombra
y entre nosotros se hallaba.

Un pueblo entonces clasista
y alfileres de acerico,
establecía una lista
entre niño pobre y rico.

 Y de una forma inconsciente
el hijo del jornalero
parecía ser consciente
de huir de hija del vinatero.

Sin saber la ancestral norma
del ovejo y de la oveja,
calzábamos ya aquella horma
 de la oveja y su pareja.

Y los amores truncados
que Corea producía
casas, viñedos o prados,
diciendo si ella tenía.

¿Y adónde paró todo eso,
si el campo está abandonado,
y evolución y progreso
priman talento esforzado?