Centinelas silenciosos,
grisura y piedra blindada,
regiamente coronada
por pinares procelosos.
Con paisajes majestuosos
a sus pies en la llanada,
por viñedos constelada
y olivares armoniosos.
Peñas sois de Cenicientos,
escarpadas y peladas
y asiento de ventisqueros,
donde neblinas y vientos
desfilan por las majadas