En agosto llegada su novena
la Virgen del Roble en almas concita
a Cenicientos, que acude y visita
a su Patrona más de entrega plena.
La Virgen,floración de la azucena,
en los fieles fe acrecienta y suscita
en los fieles fe acrecienta y suscita
y el fervor de los coruchos gravita
sobre la sagrada imagen serena .
Con las coruchas asistiendo en masa
acompañadas por ramos de flores,
vibran sus cantos, vuelan oraciones.
Y la Virgen gentil recibe en casa,
su corona irisa blancos fulgores
y en la Iglesia un flamear de emociones.