jueves, 20 de junio de 2013

LAS VENCEJERAS Y LOS VENCEJOS

  
Los días de la trilla eran muy largos
proclives a realizar de todo,
procurando entretenido acomodo,
salvándonos de sueños y letargos.

El cielo lo inundaban los vencejos
en vuelos volatineros rasantes,
pilotos en oleadas constantes
con anteojos de ver de muy lejos.



Buscaban con ahínco los gorgojos,
insectos minúsculos, unas larvas
que anidan en el suelo de las parvas,
flotantes como nube ante los ojos.

 En su caza usábamos vencejeras:
un palo, una cuerda y unos alambres,
alivio de nuestros padres las hambres
en los años de hambrunas agoreras.

Subidos sobre cantos y paredes,
que limitan los prados de las eras.
¡Ironías!, murieron las praderas
y donde les tendíamos las redes.

El cuerpo en equilibrio basculante,
alerta ante la entrada del vencejo
golpeábamos su ala o entrecejo,
cayendo al suelo inerte hacia adelante.

Muchas veces se daba bien el día
logrando colleras de diez o doce,
y la partición de la caza un goce
en la grey de la infante cofradía.

Sin pausa los vencejos abatidos,
¡nosotros sin saber que era ternera!,
desplumados a la sombra de la era
engrosaban pucheros de cocidos. 

http://juanillo23.files.wordpress.com/2011/06/vencejo-comc3ban-apus-apus.jpg