jueves, 20 de junio de 2013

EL CADENERO FRANCÉS


En brillantes letras de La Taberna,
el escritor francés Emilio Zola
de estancia sórdida, lóbrega y sola,
nos va introduciendo su pluma eterna.

Al fondo el soplete de llama interna
cenagoso el serrín que al suelo asola,
y un matraz de un sabio Merlín la bola
al oro sumisión que se prosterna.

Gervaise penetra sobrecogida
al taller de elaboración del oro,
y allí el cadenero y la esposa enferma.

Sueldan eslabones de una partida
de cadenas de altar, de misa y coro
sin faltarles un ápice en la merma.