jueves, 20 de junio de 2013

LA LLEGADA DE LA TELEVISIÓN A CENICIENTOS

A la bondadosa reina de los belgas en su despedida


Mágico fue y fue multitudinario,
el pueblo acudió, fue una masa ingente,
de gran expectación, pasmo en la gente
la gran concentración del vecindario. 

Los hábitos mudó, cambió el horario, 
lo variaron todo, fue diferente, 
se abrieron ojos, se ajustó la lente 
y se movilizó hasta el campanario. 

Se casaba Balduino con Fabiola 
y la televisión, puesta en la plaza, 
su voz amplificó como gramola, 

del bar daban cafés en vaso y taza 
y brisas coruchas formaron ola 
a la nueva reina de nuestra raza.