jueves, 20 de junio de 2013

LA LUNA DE MIEL DEL JORNALERO


Entre sábanas de sarga
ásperas rudas y fuertes
caricias de fuego viertes
en noche tórrida y larga.
Amor deseo y descarga
después de la humilde boda
el vecindario se acoda
viendo trasponer la reja
de la ya feliz pareja
sin trajes que marcan moda.

En su día de esponsales
la novia lleva un vestido
de negro muy bien cosido
sus colores ideales.
Y en otros ceremoniales
le servirá en el bautizo
sobre su cuerpo rollizo,
cuando llegue el primer hijo
pues ya Dios su unión bendijo
y tiembla el busto macizo.

Se compuso la comida
de la carne de un carnero,
rico plato jornalero
del que a su boda convida.
Y emprenden su nueva vida
entre acordes de guitarra
y el vino servido en jarra
a la sombra de un parral
y el perfume de un rosal
y el amor que les amarra.

Y en perspectiva un viaje:
el de su luna de miel
que en la renegrida piel
en que envuelve su equipaje;
él lleva encima el pasaje
de partir en la mañana
al clareo en la ventana
uncido a la vertedera
dirigiendo a la mancera
y a la mula en la besana.