jueves, 20 de junio de 2013

EL ROBLE


El roble omnipresente, está sobre el altozano
y viviendo avecindado a nuestra santa ermita,
siendo solaz y sombra de la Virgen bendita
cuando asoma a la puerta en el tórrido verano.

Es un corucho más y, dilecto ciudadano
que el quince de agosto a una multitud concita,
y bajo su enramada gran emoción suscita
al tornar la Virgen entre el pueblo soberano.

Su antiguo y viejo tronco apergaminado y hueco
fue el templo y el santuario de un santo anacoreta
y electo por la Virgen para su advenimiento,

atraída ante una santidad que, en voz del eco,
le llegó clarividente por aquel profeta
rogándola reinar sobre el pueblo Ceniciento.