A su hijo Julián
Ved a Domingo montado
a lomos de su borrico,
dichoso se siente y rico
de vuelta con su ganado.
La mula por su costado
a sus plantas viene el perro,
la oliva nos tapa al cerro
y él se encamina a su casa,
donde al calor de la brasa
cena aguarda en dulce encierro.
Ved a Domingo montado
a lomos de su borrico,
dichoso se siente y rico
de vuelta con su ganado.
La mula por su costado
a sus plantas viene el perro,
la oliva nos tapa al cerro
y él se encamina a su casa,
donde al calor de la brasa
cena aguarda en dulce encierro.