Bloques inmensos, ladrillo y cemento,
de abejas colmena, senda de hormigas,
campos floridos de verdor de espigas
que sobre este suelo hubo en su momento.
Mar de amapolas, arrullo del viento,
Mar de amapolas, arrullo del viento,
conviviendo ahora gentes amigas,
migaremos aquí del
pan las migas
del hogar que fuerza
nos dio y aliento.
La voz que recita y la voz que canta,
La voz que recita y la voz que canta,
la oiremos de codos en el balcón,
con un nudo anudado en la garganta
al percibir aquel leve rumor
al percibir aquel leve rumor
que se introdujo en nuestro corazón
cuando arribamos a Parque Mayor.