A don Antonio Machado
Caminaba el caminante
por camino solitario,
en día de vendimiario
pasito a paso adelante.
De pronto un acompañante
incorpóreo llegó
y con él se emparejó,
y él, que hablaba un soliloquio,
fue y estableció un coloquio
con Dios que le acompañó.