A Consuelo Ceregido Veiga
Hierros erectos, pátina de herrumbre
que hacéis original al edificio,
ceñís su extraño talle de artificio
y de vigor dotáis y reciedumbre.
Vedlo señorial, fiel a su costumbre,
si entre la cultura ejerce su oficio,
digno es de ostentar en su frontispicio
al Parnaso encumbrado hasta la cumbre.
Aquí convergen múltiples caminos
de conferenciantes, clases impartes
Consuelo en esencia sigue en Los Pinos
haciéndole anfitrión surtidor de artes,
de los poetas versos gongorinos
con la danza un bastión si los compartes.