A la bondadosa reina de los belgas en su despedida
Mágico fue y fue multitudinario,
el pueblo acudió, fue una masa ingente,
de gran expectación, pasmo en la gente
la gran concentración del vecindario.
Los hábitos mudó, cambió el horario,
lo variaron todo, fue diferente,
se abrieron ojos, se ajustó la lente
y se movilizó hasta el campanario.
Se casaba Balduino con Fabiola
y la televisión, puesta en la plaza,
su voz amplificó como gramola,
del bar daban cafés en vaso y taza
se abrieron ojos, se ajustó la lente
y se movilizó hasta el campanario.
Se casaba Balduino con Fabiola
y la televisión, puesta en la plaza,
su voz amplificó como gramola,
del bar daban cafés en vaso y taza