Hablaban agrupados en corrillo
del cobro y la cuantía de pensiones,
espontáneas y breves reuniones
que se forman en cuesta del Cerrillo.
El grupo abanderó y abrió un pasillo
al ciego como en otras ocasiones,
que se sumó y entró en cavilaciones
con sus cuencas opacas ya sin brillo.
-No quejaos; bien sé,
la mía es alta,
mas es vital aquello que echo en falta,
llaga es mi corazón en sufrimientos
llaga es mi corazón en sufrimientos
y un mendigo ser que pisa abrojos,
quisiera ser con luz sobre mis ojos
que vieran este sol de Cenicientos.